La respuesta es sencilla y rotunda, sí. En función de nuestra experiencia y con total convencimiento, lo afirmamos sin lugar a dudas.

Los gatos son animales muy apropiados para convivir con personas mayores y, de hecho, pueden ser la mascota ideal para personas ya veteranas en la vida.

Los beneficios que aportan son innumerables. Así, las razones y las ventajas de esta convivencia con un gato son las siguientes:

• A diferencia de los perros y de otras mascotas, los gatos se adaptan muy bien a vivir dentro de un hogar. Como los gatos no precisan de salir a la calle para hacer sus necesidades, ya que se educan para que hagan sus necesidades donde deben, no es necesario sacar a su mascota si, por ejemplo, ese día no se encuentra bien para salir a la calle.
• Uno de los hábitos diarios de los gatos es la costumbre de dormir en el regazo de la persona que los quiere y los cuida. Este reiterado gesto llenará de satisfacción a la persona que conviva con él. Saber que un gato le quiere le hará sentirse necesario, importante, le llenará de afecto y cariño.
• Favorecen el contacto físico entre la persona anciana y su mascota.
• Son animales extremadamente limpios. Gracias a sus hábitos de higiene, ellos mismos se cuidarán de estar aseados y no mancharán prácticamente la casa.
• Los gatos son fáciles de cuidar. Está demostrado que las personas mayores que conviven con animales suelen padecer menos estrés, y se sienten menos solas.
• Numerosas investigaciones señalan que los ancianos que viven con gatos son más propensos a sonreír, especialmente cuando están deprimidos. Incluso se ha demostrado que la compañía de un gato ayuda a estimular el carácter social, haciendo menos tímido a sus dueños.
• El hecho de tener un gato en casa, le ayudará a mantenerse físicamente más activo, ya que las mascotas promueven la actividad física de sus dueños con lo que se traduce también, en una mejora global del estado de salud, con la consecuencia inmediata de tener que visitar menos al médico.
• Les brindará la oportunidad de participar en eventos sociales relacionados con los animales.
• Incluso, pueden ayudarles a bajar su presión arterial y a relajar a aquellas personas que son especialmente nerviosas. El ronroneo de un gato puede ser curativo y tranquilizante para el cuerpo humano.
• Todos los hábitos de los felinos son caseros, pueden quedarse solos durante varios días, simplemente si alguien pasa a asegurarse de que tienen comida, agua y arena limpia.
• Son más baratos de mantener que un perro, un saco de pienso seco, el alimento más saludable, puede durarle muchos meses.
• De igual manera, si fuera necesario, cada vez más residencias de tercera edad permiten que sus ocupantes lleven con ellos a sus gatos.

Un consejo: que no sea un cachorrito. Sabemos que de pequeños son unos auténticos trastos. Revolucionarán jugando con todo lo que encuentran, empujando las cosas sólo para comprobar como caen. En las protectoras hay muchos gatos adultos, perfectamente socializados, cariñosos y tranquilos, lo que supone la opción ideal.

Como vemos es muy recomendable, beneficioso y una experiencia maravillosa adoptar a un gato, permanecerá con ellos siempre, durante todo el día. Será, sin ninguna duda, un nuevo gran amigo.