¿A quién no le ha pasado que, quienes tenemos perros, dentro de casa éstos son el modelo perfecto de obediencia, sólo piensan en estar a tu lado y… es salir a la calle y empiezan a tirar de la correa, olisquear todo e ignorarte?

Bueno no te desanimes, si ese es vuestro caso, no os preocupéis. Esta conducta es bastante común, y aquí te explicaremos alguna de las razones de por qué tu perro se comporta de esta forma:

Uno de los motivos principalmente es que, tu perro no es un robot. Cuando salen a la calle se encuentran todo un mundo frente a sus ojos, lleno de olores, objetos, otros animales… Son estímulos para ellos y como tales, les resulta muy atractivo, llamativo y divertido saber qué es cada una de estas cosas. Muchas veces cuando esto sucede, por más que los llames de todas las maneras posibles, hacen caso omiso de tus palabras.

Quizás no sepas qué ha podido originar esta conducta, ya que muchas veces vemos por la calle otros perros con sus dueños que no lidian con este problema y pensamos en “qué hemos hecho mal”. Bueno, en la infancia de todos los perros, hay una etapa conocida como imprimación. En esta etapa o proceso, el perro aprende a “imprimarse” con humanos, es decir, aprende a conocer y asimilar nuestro lenguaje – que a todo esto, es mucho más difícil de lo que pensamos-. Os ponemos un ejemplo: el perro sabe que el sonido de tu risa o una carcajada no es un gesto de amenaza, por lo que éste no reaccionará del mismo modo que si otro perro le enseña los dientes. En esta etapa o periodo, además, es cuando el cachorro se sociabiliza. Sus primeros paseos, lugares, animales, olores, ruidos… determinarán también su conducta en un futuro.

Si esta exploración se convierte en uno de los mayores placeres para él, es cuando viene el problema: cada paseo será para él un nuevo reto que le incite a descubrir cosas nuevas, por lo que también lo esperará con ansiedad, y tú, acabarás por desesperarte.

Si todavía no tienes este problema (no quiere decir que más adelante lo vayas a tener) ¡bien! Nunca está de más usar prevención. Conviértete en la fuente de placer para tu fiel amigo: juega con él mientras estéis fuera, recompénsalo por mostrarte atención e interés. Si él se va a buscar olores nuevos, aléjate para que te busque y prémialo cuando vuelva contigo. De esta manera, tu perro siempre estará esperando para que lo recompenses con tu amor, cariño y alguna que otra golosina.

Si tu perro tiene este problema, es muy difícil que desaparezca de la noche a la mañana, pero no es imposible. Los conocidos como perros aspiradora ya tienen ese instinto primario en su interior, cosa que les domina, por lo que siempre irán en busca de olores nuevos… Pero no pierdas la esperanza, prueba a llevarlo con correa en vez de suelto, detente junto a él cuando vaya a oler algo y quédate muy quieto; cuando vuelva a tu lado dale una golosina o caricias para que sepa que es lo adecuado. De esta manera, puede que su comportamiento se vaya moderando y modelando por esas recompensas, ¡inténtalo!